Argentina no es necesariamente el país que dispone de las mejores infraestructuras para acoger a los viajeros discapacitados. Sin embargo, hay que señalar que desde hace algunos años, se han hecho esfuerzos para mejorar la situación.
Durante un viaje a Argentina, la opción más accesible para un viajero discapacitado es, sin ninguna duda, descubrir su capital, Buenos Aires. En los barrios más turísticos (Recoleta, Palermo, San Telmo, el centro), las aceras están en buen estado. También es fácil desplazarse en taxi, e incluso en algunos autobuses. Por otro lado, se accede por escaleras a la mayoría de las estaciones de metro. Numerosos museos (Malba, Museo de Bellas Artes entre otros) también están equipados para recibir a viajeros con movilidad reducida. En cuanto a los hoteles, hay que buscar los hoteles de estilo internacional o los de una cierta categoría, en los que será más fácil encontrar ascensores y habitaciones equipadas.
Si aventurarse en ciudades como Mendoza o Cordoba no es misión imposible, habrá que estar atento durante la preparación del viaje, sobre todo en lo que se refiere a las condiciones de alojamiento. Los equipamientos son menos comunes. Del mismo modo, las aceras de ciudades que no sean la capital no siempre son ejemplares.
Sin embargo, cuando el destino es la naturaleza, Argentina ha hecho muchos esfuerzos para hacer muchos lugares accesibles para los viajeros con movilidad reducida. Es sobre todo el caso de la cataratas del Iguazú, donde se han instalado rampas y pasarelas. Desde que se han hecho obras, el acceso al glaciar Perito Moreno es mucho más fácil. En los parques nacionales de los Arrayanes, los Glaciares y la Península de Valdés, las modificaciones permiten el acceso a algunas excursiones.
En Bariloche, es posible alquilar material de sky para personas discapacitadas, e incluso se ofertan cursos especiales. También existe la posibilidad de realizar fácilmente cruceros a lo largo de la costa argentina, o solamente en la Patagonia.