No tan famoso como su ilustre vecino, el Salar de Uyuni, Incahuasi es, sin embargo, un destino imprescindible durante un viaje por Bolivia.
Incahuasi es un montículo de coral recubierto de cactus de casi 10 m de altura. El ocre de la roca y el verde de los cactus destacan entre la blancura inmaculada del salar. De ahí que se puedan tomar bellas fotos y, por qué no, prestarse al juego de las ilusiones ópticas.
¿La particularidad de este sitio? En la estación de las lluvias, Incahuasi se transforma en isla pero puedes estar seguro, el acceso sigue siendo posible.
Si, como yo, decides subir las pequeñas alturas de Incahuasi, no olvides volver a ponerte los zapatos. ¡Los cactus gigantes no te harán precisamente un regalo si te atreves a acercarte demasiado! Una vez en lo alto, podrás observar toda la amplitud del mítico salar.