Mezcla perfecta y sutil de montañas, cañones, valles, praderas, lagunas, desfiladeros, lagos, ríos, bosques y mar, dando forma a una Bulgaria auténtica y rica de una naturaleza variada. Esta geografía tan particular nos ofrece una amplia gama de actividades deportivas al aire libre.
Un territorio de montañas
El paisaje búlgaro está dotado de una naturaleza variada que se puede dividir en varias zonas diferentes.
Las montañas ocupan las ¾ de Bulgaria gracias a la presencia de dos cordilleras montañosas, la de los Balcanes y la de Ródope, dividiendo en dos el país. La famosa cordillera de los Balcanes cruza el país de oeste a este, y culmina con el pico Botey a 2.376 metros de altitud. Suaves pastos, cumbres nevadas, bosques frondosos, impresionantes desfiladores, formaciones kársticas, todo eso encontrarás enun viaje por Bulgaria, en plena naturaleza.
La cordillera de Ródope más hacia el sur, es más irregular, se complementa con otras montañas (Rila, Pirin) y algunos Parques Nacionales que albergan el punto más alto del país, situado en los 2.925 metros. Los amantes de las actividades deportivas no tendrán que buscar más. En tu viaje por Bulgaria podrás practicar esquí, senderismo, espeleología, disfrutar de descanso y de estupendos balnearios.
La naturaleza variada que encontramos en Bulgaria se nota especialmente en sus magníficas llanuras ondulantes. Dobroudja por el norte, el valle de Zadbalkan, luego el Danubio por el sur, y el valle de Tracia, son los lugares fértiles del país. Ríos y arrollos que se mueven danzando entre cuencas y terrazas, marcan el ritmo de los campos y sus tranquilas tierras cultivo.
El último extremo geográfico búlgaro se sitúa en la zona más oriental de su litoral junto al Mar Negro. Las zonas costeras ven afluir muchos turistas con ganas de disfrutar del descanso y otras actividades acuáticas.
Clima
Bulgaria cuenta con un clima que limita con el continental y el mediterráneo, y afecta a las diversas regiones de formas diferentes. Sin embargo el clima continental es el que más predomina, imponiendo así sus inviernos fríos, nevados y duros, seguidos de veranos calurosos y soleados. La influencia mediterránea se hace sentir hasta las montañas de Ródope.
