El Parque Nacional Volcán Poás es una agradable visita que hacer entre dos escalas o si tienes tiempo durante tu estancia San José, dada la proximidad del volcán a la capital... y, sin que sirva de precedente en Costa Rica, su accesibilidad.
No voy a negar que me decepcionó un poco cuando llegué allí. Como no me informé demasiado sobre la zona, me esperaba una buena excursión en plena naturaleza... Oh, decepción. Al bajar del autobús y ver a un público de todas las edades (especialmente de la tercera edad) y en chanclas, nada menos, ¡me di cuenta en seguida de que mi equipo especial de senderismo era demasiado!
En el menú: minipaseo por un camino asfaltado hasta llegar a un cráter enorme, magnífico, de nada menos que de 1,3 km de diámetro. Cuenta con unas vistas impresionantes del lago azul turquesa ubicado en el fondo, pero ten cuidado con los vapores sulfurosos y tóxicos que emite. El espectáculo es algo inesperado, hermoso y realmente atípico. Hay un segundo cráter cerca de allí, también con su lago, pero, en este caso, de un azul profundo y con una vegetación mucho más pronunciada para que no resulte aburrido.
Son dos paseos de cerca de media hora cada uno que te permitirán conocer algo más a fondo el parque desde un bonito punto de vista. ¡Es un agradable entorno para una comida campestre!Una parada ideal si estás de viaje en familia. Sin embargo, no esperes pasar más de medio día allí, el parque cierra a las 15:30.
Se accede al Volcán Poás en actvidad por un amplio camino de montaña. El trayecto permite contemplar las características plantaciones de café y plátanos. En la cima, a 2704 metros sobre el nivel del mar, hay un inmenso parque de 6506 hectáreas que se extiende en torno al cráter.
La actividad eruptiva es visible por el humo que se eleva continuamente de este caldero en ebullición. No representa una amenaza directa, pero una de sus últimas erupciones, en octubre de 2014, provocó el cierre temporal del lugar.
Entre los animales que pueblan el parque, tuve la oportunidad de ver a los adorables coatíes, una especie de lémures con cabeza de perro. Durante el trayecto de vuelta, me detuve en La Paz Waterfall Gardens para contemplar una de las cataratas más bellas de Costa Rica.