Ibarra es una ciudad de mezclas en el corazón de la provincia de Imbabura. Quechuas, africanos y mestizos comparten la vida diaria. La ciudad ha conservado un cierto estilo colonial y cristiano (numerosas iglesias) y sus callejuelas blancas le han dado el nombre de "ciudad blanca". Cuando cae la noche, la iluminación blanca y azul de la catedral de Pedro Montcayo pone de relieve su arquitectura del siglo XIX. ¡No te lo pierdas bajo ningún pretexto!
Durante tu estancia en Ibarra, también te aconsejo el mercado que se sitúa alrededor del Obelisco, donde podrás probar, en puestos ambulantes de alimentos, zumos de frutas naturales y " mote con caso ". En el centro, los helados de palla y " el pan con leche " del barrio de Caranqui ( a 2 km de Ibarra en autobús), me gustaron mucho. No dudes en ir a pasear a este barrio en el que yo descubrí bonitas casas de colores, con el volcán Imbabura como telón de fondo.
Finalmente, si tienes tiempo, y eres aficionado a los deportes náuticos, navegar en una patinadora o hacer vela en el lago Yaguarcocha te recargará de oxígeno. Si quieres ir más lejos, te aconsejo que cojas el autobús delante del mercado y que subas a la Esperanza, un barrio en la parte alta de barra. Ahí arriba te espera una magnífica hacienda y las vistas (si está despejado) sobre el volcán Cayambe.
Después de visitar Otavalo y antes de regresar a Quito, decidí ir a Ibarra porque tenía muy buenas referencias. Está a solo 2225 metros de altitud, rodeada de montañas. No pude evitar enamorarme de aquella ciudad, que me recorrí a pie durante un día.
El centro no es muy grande y conserva antiguos edificios coloniales y algunas iglesias. Hay muchos parques donde te puedes sentar simplemente a observar a la gente.
Las calles son tranquilas y el ambiente, relajado. Hay cables eléctricos por todas partes. Estropea un poco la armonía de las calles, pero bueno. Estaba claro que no podía terminar el día sin ir a probar los famosos helados de la familia Suárez. Y no era la única, ¡la fama de esta familia de heladeros va mucho más allá de los límites de la ciudad!