Ciudad situada en medio de un valle, en pleno centro de Eslovenia, Domžale tiene el aspecto de una pequeña y activa urbe, con 12 000 habitantes, explotaciones agrícolas en el exterior y muchos talleres e industrias situados en su periferia. Su centro parece similar al de muchas otras pequeñas ciudades de la región, con una calle principal llena de comercios y varias iglesias. En resumen, no hay nada imprescindible que ver en Domžale, ciudad que parece seguir siendo la misma desde hace años.
Por este motivo, no entra dentro de mis recomendaciones planear una estancia aquí durante tu viaje por Eslovenia, en especial si se tiene en cuenta que la naturaleza de los alrededores tiene un aspecto sorprendentemente plano, algo que choca en Eslovenia, país de carácter montañoso.