
Un clima cambiante
Ubicada a unos 2500 metros de altitud, Addis-Abeba mantiene una temperatura media relativamente suave (15ºC). El período más cálido en Etiopía se extiende de febrero a mayo, y la estación lluviosa, de junio a septiembre. Sin embargo, incluso durante la temporada de lluvias se puede disfrutar de una mañana o una tarde sin precipitaciones. Por lo general, las tormentas y lluvias son breves. Sin embargo, aprovecha las horas de sol para realizar las visitas al aire libre, sea cual sea la época. Por la noche la temperatura puede bajar rápidamente, así que es recomendable llevar ropa adecuada.
Entoto
Ubicado al norte de la capital de Etiopía, el monte Entoto es llamado en ocasiones el pulmón de Addis-Abeba. Lo cierto es que te permite salir de la ciudad, que está muy contaminda, para disfrutar del verdor. Cubierto por un enorme bosque de eucaliptos, alberga varios monasterios, y es considerado como un lugar sagrado. En la iglesia Entoto Maryam fue coronoado Menelik II en 1889 como rey de reyes por Abune Mathias.
Antes de Addis-Abeba, Menelik II y su esposa Taytu Betul querían construir la capital donde se habían establecido: en las colinas de Entoto. Pero el clima frío y aventado de la zona les hizo decantarse por la ubicación actual. Fue la reina Taytu quien denominase a la ciudad como "nueva flor".
A unos minutos en coche (o minibús) del centro, se encuentra el lugar favorito de los runners y atletas etíopes. Tranquilo y verde, es un lugar agradable para escaparse del incesante bullicio de la capital. Se puede llegar a la cima por una carretera sinuosa que a su llegada ofrece a los caminantes unas vistas increíbles de toda la ciudad.
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Washa-Mikael
Washa-Mikael es una iglesia encaramada en las alturas de Addis-Abeba, en medio de la vegetación. Situada en el monte Hyeka, al sureste, el lugar sagrado es poco conocido entre el público, y data del primer milenio. La iglesia se encuentra en ruinas, pero es un monumento interesante. El único problema es encontrarla, no hay indicaciones de su presencia. Antes de volver a descender, y tras cruzar brevemente el bosque, te toparás con un mirador con unas vistas fantásticas de la ciudad.
Para los más temerarios
Si te gusta caminar por la montaña, ver hermosos paisajes y respirar el aire fresco, hay muchas otras colinas o montañas cercanas a la capital. Todas ellas están habitadas y pocos farenji (extranjeros) se acercan a ellas. Pero esa no es razón para no ir. Muchas veces no hay una ruta bien señalizada como en Entoto, pero siempre encontrarás algún camino por el que van los habitantes de la zona y que te llevará a la cima. Frecuentemente suele haber construida una iglesia. Sino, solamente tienes que andar en línea recta, a través de los árboles, hasta que llegues a lo más alto. Hice eso varias veces en las montañas de Bella y Jemmo, y nunca me quedé decepcionado por las vistas.