Es desde Tusheti Gométsari donde entré por primera vez a Zovata, un legendario valle, ya que al contrario de otras partes de Tusheti, está totalmente abandonado, incluso en verano.
Llegué con la imaginación cargada: en Georgia los tushetis tiene la imagen de montañeros con muchas tradiciones ancestrales, y en Tusheti, son los batsav, originarios de Zovata, quienes pasan por los montañeros más duros. Con su lengua emparentada con el checheno y sus tradiciones paganas todavía muy vivas, los batsav podrían encarnar la atemporalidad milenaria del Cáucaso.
Pero desde hace varias generaciones, los batsav no han vuelto a subir más a sus pastos alpinos ancestrales de difícil acceso, y permanecen en las partes más accesibles de Tusheti. La zona de Zovata en la actualidad, es un magnífico valle de alta montaña, un paraíso perdido, salpicado de restos de la civilización bastav: Indurta o Etelta cuentan con ruinas impresionantes de torres defensivas y casas de pastores.