Bolnisi es una ciudad curiosa. Es bastante dinámica para la región, y está poblada principalmente por "nuevos" residentes, montañeros venidos aquí en la década de 1990. Su interés es que está salpicada por aquí y por allá de variopintas casas de arquitectura muy especial.
En el siglo XIX, se instalaron colonos alemanes aquí por el poder imperial de Rusia, en la frontera del Imperio, para desarrollar la agricultura. Llamada inicialmente "Katharinenfeld", después "Luxemburgo", y más tarde bautizada como "Bolnisi" (tomando el nombre de la antigua iglesia en 1944), fue hasta la guerra una "pequeña Alemania" a las puertas de las estepas del Cáucaso.
Estos colonos erigieron en Bolnisi las casas más típicas y habituales de la arquitectura en Alemania, adaptándolas al clima local (obligatorio tener un balcón...) y empleando los materiales locales. Si bien los alemanes fueron deportados por Stalin, aún se conservan muchos de sus logros, los cuales podréis conocer y descubrir en las calles del centro.
Id a ver más al sur, a unos 5 kilómetros en las colinas, la admirable basílica Bolnisi Sioni, una de las más antiguas del país, que incluye la primera inscripción en georgiano atestiguada hasta la fecha.