Antigua ciudad colonial, Savannakhet vive tranquilamente a orillas del Mekong. Deja que su historia y sus habitantes te seduzcan.
Aconsejo:
Tómate tiempo para descubrir la ciudad. Tiene mucho más encanto de lo que sus edificios en ruinas pudieran hacer pensar.
Mi opinión
Segunda ciudad más grande de Laos tras Vientiane, Savannakhet esconde algunas sorpresas a los viajeros que se decidan pasar algunos días por allí durante su viaje por Laos. Ubicada a orillas del Mekong separándola de Tailandia, es tambien una ciudad tranquila como su compañera tailandesa, en la otra orilla del río, parece moderna y animada.
La villa conserva su pasado colonial con viejos edificios que hoy día se encuentran en malas condiciones, y otros en muy mal estado. El anterior esplendor de la ciudad se encuentra afortunadamente en la excelente exposición que se ofrece en el café Lin, en el centro de la ciudad. Lin también ofrece prospectos que detallan un paseo por la ciudad (Walking History Tour), para poder descubrir las riquezas arquitectónicas del pasado. En medio de los edificios tómate tu tiempo para conversar con los locales sonrientes.
Después de este bonito paseo me fui a visitar los numerosos edificios religiosos con los que cuenta la ciudad. El templo vietnamita es sin duda alguna uno de los más suntuosos, y sus monjes de miradas dulces son increíblemente hospitalarios. Por último, temprano en la mañana, los monjes budistas atraviesan la ciudad pidiendo limosnas, una imagen conmovedora y emblemática de Luang Prabang; esta ciudad atrae a una gran cantidad de turistas y fotógrafos en ciernes, Savannakhet sigue siendo modesta y discreta. ¡No te la pierdas!
