Había elegido mi alojamiento en la isla de Mabul, a la altura de Semporna, para pasar mi advanced open water, y llegué al clímax de estos tres días de recorrido con una salida a la isla de Sipadan con Katherine, mi colega suiza alemana. Tres inmersiones, tres maravillosas inmersiones en un entorno paradisíaco, rodeado de tonos azules.
Al llegar a la isla hay que registrarse en una oficina, inscribir los nombres, el número de pasaporte, la fecha de nacimiento, etc, etc. Después la salida en barco para las inmersiones. Poníamos los pies en tierra en cada intermedio. Tiburones, tortugas, corales de todas las formas, un banco de barracudas, otro de bombhead parrot fish. Varias cuevas según avanzábamos. Tortugas que se encontraban descansando. Nudibranquios, peces payaso en su anémona azul y blanca, jardines y mesas coralinas... El esplendor y la grandeza de los fondos marinos.
El capitán Cousteau lo había hecho famoso en España con un reportaje sobre un cementerio de tortugas. Debo decirlo, hay tortugas. Pero aquellas que parecen flotar, como en ingravidez a nuestros lados, esas son las vivas y bien vivas.
En el corazón del mar de Célebes, la pequeña isla de Sipadan es conocida internacionalmente por ser uno de los mejores destinos de buceo del mundo.
Espacio protegido y muy regulado, el conjunto de hoteles y centros de buceo se han visto obligados a abandonar la isla en 2004 por razones de protección del ecosistema. La isla solamente es accesible durante el día para disfrutar de sus abundantes riquezas submarinas, así como de los animales y corales.
Bucear en Sipadan hará que te lleves unos recuerdos inolvidables y de gran calidad, gracias a sus vertiginosas caídas, alfombras de coral, cuevas, inmersiones a la deriva, y por supuesto su increíble fauna. Tienes a tu disposición una decena de sitios, como el famoso Barracuda Point, que es sencillamente maravilloso: a pesar de una corriente un tanto fuerte, este lugar alberga tiburones grises y de puntas blancas, bancos de jureles negros, peces loro y sobre todo barracudas, creando un imponente tornado submarino que tuve la suerte de admirar desde el interior.
Este espectáculo único es probablemente una de los espectáculos más hermosos que he visto en mi vida. Y aunque las inmersiones son bastante caras, y la zona está controlada por militares armados (en cada isla de Sipadan, para luchar contra los piratas), estas inmersiones son demasiado buenas como para perdérselas.