Mi principal visita a Walvis Bay comenzó embarcándome a primeras horas de la mañana para realizar una excursión por la bahía. El barco no era muy grande y podía moverme fácilmente para ver jugar a las focas en el agua, los numerosos flamencos rosados dispersos por la zona, o incluso las gaviotas que volaban por encima de mi cabeza buscando un bocado de pescado, suelen estar presentes en los barcos pesqueros del puerto.
Porque Walvis Bay es un importante puerto de Namibia. De esa forma nos cruzamos con varios barquitos que venían de pescar. También pasamos junto a un faro y unas chatarras oxidadas. La visita continuó por tierra en un 4x4 bordeando la costa por las dunas del desierto que se extienden en los alrededores.
Fue una gran aventura recorrer las interminables playas o cruzar las dunas doradas. De pasada vi uno o dos zorros, fue genial.
Si no tienes miedo del agua y no te asustan los animales marinos tan abundantes en Namibia, como los leones marinos (unos 9000 en la zona de Walvis Bay), te recomendaría una actividad que no te dejará indiferente.
Después de unas cuantas decenas de kilómetros por la carretera en la que se llega a un lago en donde habita un buen número de animales (flamencos rosados, pelícanos, chacales y por supuesto los leones marinos), embárcate en un kayak con los zaguales en las manos, sólo o acompañado. Comienza a remar para explorar el lago y los pelícanos que sobrevuelan la bahía, y acércate a conocer los leones marinos que vendrán a nadar a tu lado y querrán jugar contigo. Una experiencia memorable para pequeños y grandes que permanecerá en tu memoria de gran viajero.