Viajar más sostenible y responsable: ¿qué llevar en la maleta?
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Para cambiar nuestra manera de viajar, hay que empezar por cambiar nuestra forma de hacer las maletas. Te damos aquí algunos consejos prácticos y hábitos útiles que tener en mente, tanto a la ida como a la vuelta, para que te ayuden a mantener la huella ecológica y social en tu periplo.
A la ida
Viajar ligero
Repasar el neceser
Evitar los plásticos
A la vuelta
Llevarte artesanía local y ética
Reciclar los residuos
Preparar bien la mochila antes de viajar
Viajar ligero
El viaje se acerca a paso agigantado, ¡es hora de preparar tu maleta! Para que sea lo más ecológica posible, empieza por pensar "ligero". Es decir, evitamos lo superfluo para centrarnos en lo esencial y, ante todo, pensamos en términos prácticos.
Este jersey te queda de maravilla, pero ¿realmente lo necesitas? En lugar de llevarnos un enésimo par de calcetines (que realmente no es necesario), priorizamos la ropa adaptada al código de vestimenta local; por ejemplo, para visitar un lugar sagrado o para las temperaturas de la región que visitaremos. Y, en lugar de llevarnos la raqueta de tenis o la tabla de surf, podemos alquilarlas en el destino.
¿Por qué viajar ligero? Por una simple cuestión de física: cuanto más cargado va un coche o un avión, más combustible consume y, por tanto, más CO2 emite.
En un vuelo de Londres a Tenerife, 15 kg menos en la maleta permiten ahorrar el equivalente a entre 100 y 200 kg de CO2.
Basta con unos kilos menos en tu maleta para reducir tus emisiones. Y además son unos kilos que no tendrás que llevar de camino a la estación o al aeropuerto.
El neceser: el diablo se esconde en los detalles
Aquí es seguramente donde tu viaje sostenible y responsable se ponga en evidencia. Champú, jabón, cepillo y pasta de dientes, medicamentos, desodorante... Estos productos de higiene son fuentes potenciales de contaminación. Por suerte, hay bastantes opciones ecológicas. Por ejemplo, para el champú y el jabón, preferimos productos biodegradables, sobre todo si viajamos a destinos donde no hay un sistema de tratamiento de aguas o este es poco eficaz.
Las vacaciones suelen ir acompañadas de sol, así que no hay que olvidar el protector solar. Y para broncearse sin peligros son preferibles las cremas respetuosas con el medioambiente, sin filtros ultravioletas químicos u otros oxibenzona, octinoxato, avobenzona, octrocrileno...
Hasta 14 000 toneladas de crema solar terminan cada año en los océanos del planeta, lo que contribuye a la destrucción de los arrecifes de coral.
En cambio, hay fórmulas ultravioletas que utilizan filtros minerales y están testadas contra los peligros para los océanos.
Según los destinos, los repelentes de insectos pueden ser también unos fantásticos compañeros de viaje. También en este caso son preferibles los productos biodegradables, ecológicos (sin productos químicos como DEET, piretroides, permetrina o ciflutrina) y buenos para la piel.
Evitar los plásticos y otros residuos
Aunque ocupe un poco de espacio, llevamos siempre una cantimplora o una botella de agua reutilizable para evitar comprar botellas de plástico. ¿Y por qué no llevar un filtro de agua (una barra de carbón activo u otros sistemas más perfeccionados) si no estamos seguros de tener agua potable en el destino? No dudes en pedirle consejo a tu agencia local sobre la calidad del agua del grifo.
La producción y el transporte de agua embotellada requieren aproximadamente de 2000 veces más energía que la producción de agua del grifo, y producen 1100 veces más emisiones de efecto invernadero. Al utilizar una botella de agua reutilizable en lugar de comprar agua embotellada, los particulares pueden reducir de forma considerable su huella de carbono y contribuir a atenuar el cambio climático.
Otro hábito que adoptar antes de partir: una bolsa de tela para evitar las bolsas de plástico al hacer compras. Y nos acordamos también de retirar los envases de los artículos nuevos antes de meterlos en la maleta, así ahorraremos espacio y dejaremos muchos menos residuos. Por último, los fumadores y las fumadoras pueden llevar un cenicero portátil para las colillas.
El viaje después del viaje
Un impacto positivo incluso en los souvenirs
Si nuestra memoria no consigue fijar siempre todas las maravillas de un viaje, podemos contar con las fotos y los vídeos, pero también (para los aficionados a la pluma o al pincel) podemos adquirir dibujos o textos. Souvenirs que presenten la ventaja de no pesar mucho en el equipaje.
Llevarnos una pieza de arte, una tela o una prenda tradicional o alguna otra especialidad local. El truco está en verificar la procedencia de estos objetos. Si realmente están producidos de manera local y ética, si no están hechos a partir de especies animales o vegetales en peligro de extinción, tu compra será un triunfo para ambas partes y contribuirás de este modo a la economía local. Excepto en determinados casos en que la ley lo permite, la gente desconfía de las piezas de arte antiguas que pueden fomentar un comercio ilícito.
Pensar en el reciclaje en todo momento
La eficacia de los sistemas de tratamiento de residuos varía de un país a otro. Por precaución, es mejor abstenerse de tirar residuos tóxicos durante el viaje (pilas gastadas, dispositivos electrónicos rotos...), incluso en el hotel. Un buen truco a este respecto es el de llevarnos lo que hayamos traído y reciclar los residuos al regresar a casa.
Ahora ya tienes una maleta más ligera, con lo estrictamente necesario y con productos que no son nefastos para el medioambiente. Una maleta que seguramente se puede optimizar más aún. Contamos con tus aportaciones para que encuentres otras soluciones y las compartas con tu entorno.
Y, después de tu viaje, seguimos actuando conjuntamente para un turismo más sostenible. Respondiendo a nuestra encuesta de satisfacción, nos ayudas a mejorar el impacto positivo de nuestra actividad y la de nuestras agencias locales en el destino que visites.