Viajar en temporada baja: cuatro buenas razones para moverse en diferido
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Si puedes viajar a contracorriente, no lo dudes: la experiencia será mucho mejor. He aquí cuatro buenas razones para demostrarte que es una estupenda elección.
Para descubrir los lugares más bellos del mundo (casi) en soledad
Imagínate plantando el pie en el Machu Picchu, en las pirámides de Guiza o en la acrópolis de Atenas y visitar el lugar con total intimidad, tomándote el tiempo necesario para impregnarte de la majestuosidad de estos sitios cargados de historia. ¿Un dulce sueño? No, es solo cuestión de organizarse con el calendario delante.
Para huir de la aglomeraciones de turistas y las colas es fundamental evitar los meses de verano, así como los demás periodos tradicionales de vacaciones. En Navidad, conviene olvidarse de Sídney, ya que se encuentra en pleno periodo de vacaciones de verano austral, o de los tesoros mayas del Yucatán. Son preferibles la suavidad de las Madeiras o de Sicilia. La estación ideal para visitar Angkor es el invierno, tanto por el clima como por la concurrencia moderada; salvo durante el Año Nuevo chino (final de enero y principios de febrero). Por último, si no le temes a las heladas, contemplar la imagen de Venecia saliendo de la niebla es un espectáculo fascinante que podrás vivir casi en exclusiva.
Para disfrutar de una experiencia más auténtica
Pasada la temporada alta, los destinos recuperan su tranquilidad y su autenticidad. Adoptan, entonces, una faceta diferente que ofrecer a viajeros y viajeras: el ambiente es más relajado y los lugareños están más predispuestos al intercambio. Es un pequeño cambio de estación lo que marca la diferencia para conseguir una mejor experiencia en el destino, según las expertas y expertos de nuestas agencias locales. Por eso, aprovecha un periodo de poca concurrencia para descubrir la actividad de los mercados flotantes en Tailandia, o para conocer a los habitantes de Cabo Verde mientras haces senderismo.
Además, si viajas en temporada baja, podrás apoyar a la economía local cuando más lo necesita, ¿por qué privarse? De este modo, contribuyes a que se mantengan durante todo el año no solo las empresas de turismo (agencias de viaje, hoteles, restaurantes, guías, conductores...), sino también todos sus proveedores.
Para quedarte más tiempo en el destino
Viajar a deshora es también darse la oportunidad para ir con la calma. En temporada baja, los precios se suavizan, lo que ofrece a los viajeros y viajeras la posibilidad de quedarse unos días más, o incluso varias semanas o meses (si activas el modo nómada digital). En destinos soleados y con poca diferencia horaria, como Marruecos, Canarias o Sudáfrica, podrás coordinar tus reuniones telemáticas sin dificultad. Ya no serás exactamente un turista, sino casi un local. Podrás descubrir el país, su cultura y su población como nunca lo hubieras hecho en solo un puñado de días. Y es también una forma más responsable de viajar, lo opuesto a los fines de semana exprés en avión, en los que te vuelves tan rápido como llegaste.
Para tener más libertad de viajar como quieras
Los meses más populares del año son también los que ofrecen menos opciones. Los precios suben, los alojamientos excepcionales y las actividades más guays se reservan pronto, el buen restaurante de la esquina no tiene ya mesas disponibles... Si viajas a contracorriente tienes la libertad de organizar el viaje que se adecua realmente a ti. ¿Sueñas con pasar una noche en un impresionante ecolodge en Costa Rica? ¿Con descubrir a pie los secretos ocultos de Omán? ¿Con darle la vuelta a Italia en tren? Coméntaselo a una de nuestras agentes locales: ellas conocen las mejores direcciones secretas, y te abrirán sus puertas para que puedas vivir las experiencias que merecen la pena ser vividas cuando se haya marchado el gentío.
Otra forma de viajar es posible, lejos de los itinerarios estandarizados y los caminos trillados. Da un paso al lado con Evaneos para viajar mejor.