Destino con frecuencia mal conocido por los turistas extranjeros, tendrás todo el placer de tomar un "baño turco" en Sile. Antiguamente llamada Origanos, la localidad ha conocido una historia agitada bajo el signo de las ocupaciones. Ir al descubrimiento de esta antigua ciudad griega permite volver sobre ciertas páginas del pasado y disfrutar de un Estambul más rural.
Un fin de semana de turismo rural
Sile posee un ambiente excepcional. Una vegetación muy verde y fértil nos rodea por todas partes y se extiende sobre 800 km² de territorio. Este marco de vegetación invita a la realización de numerosos paseos, excursiones a pie, pero también a la observación de una gran variedad de aves y plantas raras. Detente el tiempo de degustar un té en Sakli Göl, literalmente: el lago secreto. Extensión de agua rodeada de árboles, este agradable lugar ha sido utilizado en numerosas ocasiones en el rodaje de series populares turcas. Hermoso lugar a descubrir con los primeros rayos del sol y el renacimiento de la naturaleza.
A pie, parte para explorar algunos pueblecitos adyacentes a Sile. Entre los más cercanos: Yeniköy, pueblo formado por una población bosnia, Kabakoz o Akçakese ofrecen un paisaje pintoresco. Colarse a hurtadilas entre las casas tradicionales permite captar la realidad del campo turco. Una experiencia fuera de lo común.
Al encuentro de los símbolos de la ciudad
No podrás perderte las dos construcciones emblemáticas de Sile. La superficie de la ciudad permite, por otra parte, realizar un agradable recorrido a pie. Después de haber visitado el centro, toma la dirección del puerto situado en la parte baja. El Sile Kalesi domina uno de los peñascos que forman la isla de Ocakli. Este castillo construido durante el período bizantino se ha visto reforzado en el transcurso de las distintas ocupaciones. Hoy día, solo es posible admirarlo de lejos. Es la oportunidad para hacer la visita del pequeño puerto pesquero y prolongar el paseo por el espigón. La pesca es una de las actividades emblemáticas de la ciudad, así que ¿por qué no instalarse en uno de los barcos restaurante del puerto y degustar algunos platos de pescado? Los turcos adoran el concepto de "raki-balik", es la combinación de este alcohol tradicional con platos de meze (selección de aperitivos variada) y pescados a la parrilla.
A continuación, la subida hasta el faro permite realizar un paseo digestivo. Levantado en 1860, la torre luminosa está todavía en actividad. Desde lo alto de sus 19 m, mira por encima del hombro el mar Negro y se impone como el faro más grande de Turquía. Es de notar que la construcción está firmada por la Comisión francesa de los Faros. El panorama que ofrece este punto es, sin lugar a dudas, extraordinario. Uno se encuentra en una encrucijada: entre la tierra, el cielo y el mar.
Una selección de vestidos para la señora
Los Sile Bezi son una especialidad de la localidad y una idea para recordar tu estancia en Turquía. Piezas de tejido realizadas a partir de algodón cultivado en el sur del país, se trata de una producción 100% natural. Con certeza vestidos, pero también blusas, camisas, manteles y tapetes se exponen en los escaparates de las tiendas del centro de la ciudad. El espíritu no ha cambiado nada desde los años 1970... Sin embargo puedes estar seguro de que se trata de una fabricación local, ya que cada pieza de tejido es sumergida en el mar y puesta a secar sobre la arena de Sile. Este algodón tejido muy fino con la ayuda de máquinas manuales se parecería bastante al del lino. Ideal para el fuerte calor que hace en este destino. Hay quien asegura que los Sile Bezi poseen virtudes terapéuticas... ¡A comprobar!
Si bien los meses de verano no son forzosamente los más agradables para ir a Sile (a causa de una superpoblación de turistas cremosos y de gentes de segunda residencia), ten en cuenta que la ciudad organiza desde 1983 su festival de los Sile Bezi. Participantes extranjeros y famosos de la canción turca se dan cita allí en el mes de julio en un ambiente festivo.
