Situada a solo una treintena de kilómetros de la capital de Albania en la costa, Durrës es la segunda ciudad de Albania y una de las ciudades históricas más importantes del país. Es también uno de sus principales centros estudiantiles y el principal puerto del país con numerosas conexiones con Bari y Brindisi, los dos puertos italianos que están frente a ella.
Desgraciadamente me encontré con que bien poco de la riqueza histórica de la ciudad quedaba en pie, aparte de un anfiteatro romano. Casi unida a Tirana y convertida en el puerto y la playa de la capital, Durrës muestra un urbanismo anárquico con abundancia de hormigón, grandes complejos turísticos y playas absolutamente desbordadas en verano. Sin embargo me gustó su ambiente festivo y animado, especialmente durante las largas tardes estivales. ¡Queda a tu albedrío si la añades a tu circuito por Albania!
Durante unas vacaciones en Tailandia, en la playa, devoré un libro fantástico: "High Albania" de Edith Durham. Un bello ensayo etnográfico sobre las tribus del norte de Albania, ¡escrito en 1908 por una mujer! Después de la lectura de este libro genial, quise ir a ver de más cerca este famoso país alejado de los destinos turísticos habituales y que pocos europeos se dignan visitar.
Al llegar en autobús desde la encantadora y simpática vecina, Macedonia, cuál no fue mi decepción al descubrir una Albania sucia, deteriorada, sin ninguna organización. Durrës, mi primera parada, ¡acabó dándome el deseo de huir de allí lo más rápido posible! Pero todavía había muchas cosas que visitar, o así lo creía yo...
Aparte de algunas ruinas antiguas (el anfiteatro, la torre y algunos restos de la muralla), la ciudad no tiene ningún interés en mi modesta opinión. Las playas deben ser más bonitas en otra parte, más remotas.
Después de varias horas deambulando, llenas de decepción, decidí partir.
La ciudad de Durrës supone una etapa obligada para todo amante de la historia que viaje por Albania. Se trata de la primera etapa albana sobre la antigua vía que conectaba Roma con la ciudad Constantinopla. Aquí podrás ver la puerta de entrada a esta famosa Via Egnatia, además de un anfiteatro y algunas antiguas fortificaciones.
Al principio me asqueó un poco la gran mendicidad de esta ciudad, y también me decepcionaron las playas. Pero más tarde, al perderme un poco por las alturas... ¡descubrí una hermosa ciudad! Pasea un poco hacia el anfiteatro: encontrarás una callejuela llena de artistas que pintan sus obras directamente sobre los muros. Si subes un poco más, dejando tras de ti el anfiteatro, descubrirás una ciudad plena de encanto.
¡Ah, lo olvidaba! ¡Aquí podrás ver también la estatua de John Lennon! (sí, sí)