Cafayate es un lugar ideal para descubrir Argentina y sus tesoros vitícolas. Los numerosos cafés y restaurantes sirven vinos producidos en la región, entre ellos el famoso Torrontes.
Me encantaron Cayafate y sus casas blancas construidas alrededor de la gran plaza central, sus arcos y sus callejuelas empedradas, por las que es muy agradable pasear. Las terrazas nos invitan a ralentizar el ritmo del viaje. El tiempo allí parece detenerse.
Cafayate también es el punto de partida ideal para hacer multitud de actividades y excursiones: una cata de vinos en las bodegas, una visita a las ruinas de Quilmes o incluso una caminata por los alrededores. La naturaleza ha hecho auténticas maravillas aquí. Las formas rocosas de color ocre, rojo y naranja compiten en belleza y se quedan por siempre grabadas en nuestra memoria.
Como amante del vino, me encantó visitar Cafayate porque la región tiene fama de producir vinos entre los mejores de Argentina. Hay numerosas bodegas que abren sus puerta a los turistas, una forma agradable de degustar vinos, concretamente los vinos blancos, producidos a partir de cepas Torrontes. Nos permitimos el lujo de descorchar una buena botella de vino blanco acompañado de una docenas de empanadas que habíamos comprado en la Casa de Empanadas, en el centro de Cafayate. ¡Un auténtico placer!
Diría que la visita a los viñedo es en sí la principal razón para visitar la región, porque la ciudad de Cafayate, aunque agradable, no ofrece otros atractivos importantes. Sin embargo, puedes encontrar buenos restaurantes en los barrios y una interesante gama de alojamientos.
Fui a Cafayate en un coche alquilado desde Salta, con el fin de tener la libertad necesaria para visitar la región y fue una buena elección, pues el trayecto entre Salta y Cafayate ofrece espléndidos paisajes montañosos en los valles Calchaquies.
La ciudad de El Calafate suele ser el punto de partida para los que visitan la región del noroeste de Argentina.
Muchos restaurantes ofrecen parrilladas, ¡y son exquisitas! La ciudad también es conocida por su vino y es posible visitar algunas bodegas. Yo visité la bodega Domingo Molina, donde pude probar un buen vino en una terraza, con unas vistas impresionantes. ¡Te lo aconsejo!
En los alrededores, las caminatas por los Valles Calchaquíeste permitirán admirar unas preciosas vistas de las montañas que rodean la ciudad.
Para los amantes del senderismo, me encantó el camino por las Cascadas del Río Colorado, 5 kilómetros en plena naturaleza durante los que uno se siente en el corazón de Argentina. Sin embargo, plantéate contratar un guía. Así, el trekking será mucho más fácil.