La vida en Mindat es sencilla, pero también de lo más diversa. Es el hogar de muchas etnias diferentes, siendo la etnia chin la más mayoritaria. Se distinguen fácilmente por los trajes y adornos tradicionales, que lucen con orgullo. También me llamó la atención encontrar allí lugares de culto budistas, como también cristianos y animistas. Lo que más me gustó fue la increíble inmersión cultural, junto con la emotiva curiosidad de los habitantes del lugar.
Aproveché el paso por la zona para ir al monte Victoria, con la cumbre más alta de Birmania central (3050 m). Es una excursión bastante larga (48 km hacia el suroeste de Mindat). Si quieres adentrarte en la naturaleza salvaje del país, no lo dudes. Es una buena muestra de las zonas montañosas que se pueden visitar durante una estancia en Birmania.