Declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, Humberston es probablemente el lugar más peculiar de todos los que he visitado durante mi viaje a Chile. Si estás cerca de Iquique, te recomiendo realizar una visita.
En 1862, James Humberstone da su nombre a esta ciudad que él mismo crea alrededor de un yacimiento de salitre. Aquí llegaron a vivir 5.000 personas. Cuando caminas por las calles desérticas y polvorientas, es difícil creer que tanta gente haya vivido aquí. Tenía la impresión de encontrarme en un pueblo fantasma en medio del lejano oeste. Era como si las familias hubiesen huido de sus propias casas. Los muebles, cubiertos por una gruesa capa de polvo, siguen en su sitio. La iglesia está vacía. En el colegio, la fecha ya no está escrita en la pizarra y los tinteros de los pupitres llevan mucho tiempo vacíos . En la fábrica, las máquinas están frías por la falta de uso. Los turnos de trabajo no son más que un vago recuerdo. No hay ninguna obra de teatro en cartel y el hotel ha retirado el letrero de «completo». La piscina es un agujero vacío que ni la lluvia consigue llenar. En el hospital, mismo escenario. Hay camas pero no hay enfermeros, médicos o pacientes. ¡No hay ni gatos! Una visita muy peculiar.