Separado de la isla Grande de Chiloé por el canal de Dalcahue, la isla Quinchao es un apacible trocito de tierra ocupado por casas típicas de madera y valles frondosos.
Para llegar a Curaco de Vélez, la ciudad principal de la isla, hay que coger un ferry en Dalcahue (gratis para los peatones). Aprovecha este corto trayecto para admirar a los lobos marinos que habitan en la zona. Aunque la población de Curaco de Vélez no supera los 4.000 habitantes, la ciudad cuenta con numerosas infraestructuras: camping, supermercado, restaurantes, bares, escuela...
El recorrido de la isla se hace en muy poco tiempo pero hay lugares que no puedes perderte: la calle Errázuriz y sus casas de colores con tejas de alerce, el mirador de Changüitad, que ofrece la mejor perspectiva de la isla, los molinos de agua, los cisnes de cuello negro de la bahía, la feria artesanal y la iglesia de San Judas Tadeo.
Para desplazarte en la isla, no dudes en imitar a sus habitantes: coge el micro (el autobús local) o haz autoestop. La isla Quinchao, es una parada interesante en tu viaje a Chile ya que te permitirá alejarte un poco de los caminos de tierra.
He celebrado mis 300 días de "viaje alrededor del mundo" en la isla de Quinchao, en este increíble viaje por Chile No hay mejor forma de celebrarlo que realizando una marcha de 21 km.
Para ello, es necesario viajar en transbordador desde el puerto de Dalcahue hasta la isla de Quinchao que se encuentra justo enfrente. Avanzando hasta llegar a la ciudad de Achao. Una marcha de 21 km en los que hay que rezar por que el tiempo se mantenga bien. Después de 10 km llego al pueblo de Curacó de Vélez. De momento no ha caído ni una gota. Estoy teniendo suerte. Hago una breve parada para admirar los cisnes blancos con cuello negro. Los 11 km que quedan hasta Achao son los que más cuestan. La ruta sube en pendiente y desciende en medio de increíbles paisajes que recuerdan el verdor de Irlanda. En el camino hasta Achao descubro preciosas casas de madera, campos con ovejas y vacas... No obstante, estoy empezando a cansarme mucho y tengo ganas de llegar. La iglesia de madera data de 1730 y es la más antigua de Chiloé. Las casas tienen unos colores preciosos y están construidas de forma tradicional. Sus fachadas de madera de alerce situadas unas al lado de las otras como si fueran escamas hacen pensar en peces gigantes.
Vuelvo a Dalcahue en autobús. Me espera una jornada con una marcha de 42 km. No me veo capaz.