He estado dos veces en El Remate, un lugar especialmente tranquilo, que, para mi gusto, es la alternativa perfecta a Flores. Yo prefiero el descanso y la naturaleza al bullicio artificial de los sitios demasiado turísticos. El Remate es un lugar simple: un camino con hoteles, bungalows y restaurantes a la derecha, y a la izquierda, terrenos y el lago Petén Itzá, cuya temperatura relativamente cálida invita a darnos un chapuzón.
Mi consejo personal (sin desmerecer al resto de hoteles de la zona!) es alojarse en la Posada del Cerro , debido a su proximidad al Cerro Cahuí. Un área protegida donde, si nos levantamos temprano, podemos ver monos araña, monos aulladores y otras tantas especies.
Con motivo de mi primera estancia en Guatemala (agosto de 2013), pude ver los monos aulladores, que se acercan a jugar a los árboles ubicados en el recinto del hotel. De mi última visita (agosto de 2014), guardo el recuerdo de pernoctar ahí con mi mujer y unos amigos a nuestro regreso de Tikal, y ser despertados a media noche por los gritos de una familia de monos aulladores entre los bungalows. Toda una experiencia. Es una visita ideal para los que van de ruta arqueológica maya al Tikal y a otros templos.
Aunque la mayoría de gente que realiza un viaje a Guatemala suele alojarse en Isla de Flores o en el mismo parque de Tikal, esta aldea cuenta con varios hoteles muy tranquilos y acogedores.
Situado en la orilla del Petén Itzá, cerca del cruce que lleva a las pirámides de Yaxhá, El Remate ofrece unas magníficas vistas al lago a solo quince minutos de Tikal. En este poblado, más tranquilo que Isla de Flores, podrás dar un paseo en lancha por el lago para observar las bandadas de aves que acuden a beber al amanecer o hacer una ruta a caballo por el vecino biotopo de Cerro Cahuí. Además de ser una etapa ideal para descansar y pasar la noche, es un punto de partida ideal para descubrir los yacimientos de Yaxhá y Tikal o para continuar la ruta hacia Belice.