Una naturaleza generosa
Oscilando entre 900 y 1300 metros de altitud, las Verapaces se caracterizan por su clima fresco y húmedo que permite el desarrollo de una fauna y flora de una riqueza increíble. En las zonas más altas, las montañas están cubiertas de bosques nubosos en los que abundan helechos y bromelias ya que la humedad es elevada. Para hacerte una buena idea de esta exuberante vegetación, vete al Biotopo del Quetzal, situado aproximadamente a una hora y media al sur de Cobán, cuyos caminos bien preparados te permitirán hundirte fácilmente en el corazón de la selva. Podrás esperar ver allí el famoso quetzal, ave nacional de Guatemala – ¡aunque irónicamente es en Costa Rica donde tienes más oportunidades de observarlo! Los valles más bajos, por su parte, se caracterizan por su clima más tropical, propicio para el cultivo del cacao o incluso del cardamomo, del que Guatemala es el primer exportador del mundo.
Agua en abundancia
La región también cuenta con numerosos recursos de agua, de los que una de las muestras más famosas es el lugar de Semuc Champey. Allí, el río Cahabón "se esconde en las montañas" (como indica su nombre, "Semuc Champey"), formando una sucesión de pozas de piedra caliza que vierten sus aguas las unas en las otras en cascadas cuya agua cristalina invita al baño. Menos conocida, la cascada de Chilascó, situada al sur de Cobán es, sin embargo, la más alta de América central. El subsuelo calizo de lasVerapaces, igualmente rico en recursos hídricos, ha sido horadado con el transcurso de los años para formar numerosas grutas espectaculares. Si tienes el alma aventurera, podrás ir a explorar alguna de ellas, trepando y dejándote deslizar a lo largo de las paredes, a veces con la única ayuda de una simple vela. Otras actividades náuticas más clásicas, como el rafting, permiten también apreciar las riquezas naturales de la región.
Tradiciones culinarias
Además de la belleza salvaje de esta naturaleza majestuosa ante la que pocos visitantes permanecerán impasibles, la región de las Verapaces arrebatará también los paladares por sus especialidades culinarias. Para los amantes del café, les aconsejo ir a degustarlo en alguna de las buenas direcciones de Cobán. Conocido por ser uno de los mejores del país, su cultivo se ha convertido en una tradición en esta región en la que fueron los alemanes los que lo implantaron, como demuestran todavía hoy los nombres de algunas grandes explotaciones que han pasado de generación en generación. Para los viajeros en busca de lo auténtico, sugiero que intenten probar el kakaw, la bebida sagrada de los mayas desde hace siglos, hecha a base de cacao y el origen de nuestro chocolate caliente. No esperes, sin embargo, el mismo sabor que este último a riesgo de ser decepcionado, sobre todo si te lo han servido aderezado con el famoso pimiento picante de la región. Por fin, quizá tendrás la ocasión de probar el famoso kaq'ik, bebida que se sirve tradicionalmente en las fiestas.
Cuenta con dos o tres días para descubrir esta región, a evitar durante la estación de las lluvias.
