La característica principal de San Juan La Laguna es su tranquilidad. Se trata de uno de los pueblos más apacibles del lago, un lugar ideal para disfrutar en silencio de los paisajes que ofrece Atitlán. Este pueblo, que cuenta con unos diez mil habitantes, constituye una alternativa a los lugares típicos para los turistas, como San Marcos, San Pedro o Panajachel, también conocido por los estadounidenses como « Pah-nah ». Es un lugar que los turistas apenas visitan cuando viajan por Guatemala, pues los Gringos prefieren ir a San Pedro, San Marcos, Santiago Atitlán o a Panajachel.
No hay muchos hoteles en la zona, pero algunos de ellos son muy lujosos. Aunque no estuve mucho tiempo en el pueblo, la impresión que me dejó es que se trata de un lugar en el que la cultura indígena está muy latente. Esto se ve especialmente a través del arte naíf y de la artesanía.
Lo que más me gusta de San Juan La Laguna es la calma que reina en sus calles, a lo largo de las cuales se pueden encontrar múltiples talleres de costura y tiendas de productos textiles. A pesar de ser uno de los pueblos con más habitantes de la orilla del lago Atitlán, San Juan La Lagunatiene un ambiente muy agradable y conserva su autenticidad. Además, no deja de sorprenderme la capacidad de organización que tiene la población local. Los miembros de esta comunidad indígena maya se han agrupado en diferentes cooperativas y sacan adelante un gran número de proyectos innovadores en la comunidad: un jardín de plantas medicinales, un taller de tintes naturales, una plantación de café ecológico, un programa de recogida de basuras, etc.
San Juan La Laguna está muy lejos de la atmósfera turística que tienen el resto de pueblos del lago. Los pocos viajeros que eligen visitar esta región acaban integrándose por completo con la población local. Como ya conocía los pueblos vecinos de San Pedro, San Marcos y Santa Cruz, esperaba encontrarme aquí una separación más marcada entre la zona hotelera para turistas y el pueblo original. Sin embargo, quedé gratamente sorprendido al ver que esta división no existe en San Juan La Laguna y que hospedarse en la casa de algún habitante local es el principal modo de alojamiento que se oferta. Pasar algunos días junto a la población local de San Juan es una experiencia que recomiendo a todo viajero al que le interese convertir su estancia en Guatemala en una ocasión para hacer un intercambio cultural y compartir experiencias.