Aunque había leído mucho sobre ese lugar, no me imaginaba que viviría una experiencia tan fascinante en la laguna de Petexbatún, durante mi viaje a Guatemala. Al salir de la ciudad de Sayaxché, alquilamos una lanchita para bajar tranquilamente el Río de la Pasión, lejos de cualquier actividad humana. Navegando como Pocahontas, nos sentimos solos en el mundo en aquella selva primaria. Tras unos 50 minutos de travesía, pasamos ante los bungalows de una posada, hasta llegar finalmente a un espacio más amplio, en el medio del cual se distinguía la islita de Punta Chiminos.
La isla de Punta Chiminos. es el principal atractivo de la bonita laguna de Petexbatún y permite a los visitantes vivir una experiencia única. Aunque el trayecto en barco para llegar es magnífico de por sí, lo que más me impresionó fue, sobre todo, pasar la noche en un lugar tan salvaje y aislado. Petexbatún te permitirá dormir en plena selva, rodeado de monos araguatos, hacer kayak o visitar alguno de los emplazamientos mayas situados cerca de allí.