Con diversos afluentes, como los riachuelos Aguateca y El Faisán, el río de la Pasión tiene un recorrido muy largo y cruza la región de Petén. Hay poca gente que lo incluya en su itinerario de viaje por Guatemala, seguramente porque está a mitad de camino entre dos sitios muy famosos: Cobán en Alta Verapaz y la isla de Flores, cerca de la importante zona arqueológica de Tikal.
Forma un gran meandro de árboles y raíces. El río de la Pasión alberga infinidad de tesoros naturales, entre ellos, cientos de especies de aves, tortugas de río y muchas familias de especies vegetales, como por ejemplo los manglares. A bordo de una barquita pude ver algunos patos silvestres y un grupo de monos araña, que se balanceaban de rama en rama por encima de mi cabeza. Y navegando por algunos de sus afluentes llegué hasta espacios protegidos como Dos Pilas, El Ceibal, Aguateca y Tamarindito.