Swakopmund es una ciudad joven llena de bares, cafés y restaurantes. Una ciudad muy peripuesta con hermosos edificios de estilo europeo, con fachadas bien cuidadas. Durante mi estancia en Namibia, me gustó especialmente la entrada principal de la Woermann Haus que vale la pena ver.
Desde allí me dirigí a la línea de la costa que es un poco ¡the place to be (el lugar para estar)! Hay un muelle, no muy lejos, donde se encuentran numerosos cafés para sentarse y disfrutar de la vista y un hermoso faro blanco y rojo. Está con frecuencia animado, los comerciantes ofrecen sus mercancías, hay buenas ofertas pero ¡no dudes en regatear!
En Swakopmund, hice la actividad estrella, una excursión en quad en las dunas de los alrededores, ya a las puertas del desierto. Antes de enlazar con un descenso de sandboarding. Bajar de las dunas en plancha de surf, ¡es algo que jamás había hecho antes!
Una de las actividades más populares en Swakopmund y que recomiendo hacer es el « sandboarding »: surf por las dunas de arena y que llegan a alcanzar los 120 metros de altura.
Me decanté por la opción "de pie" que consiste en tomar una tabla (equipado con casco y calzado) y hacer el ascenso de una duna para después descender deslizándome. Así que me coloqué el casco, y con mi tabla me preparé para subir la duna y luego bajarla surfeando en esa arena tan cálida y dorada. La imagen desde lo alto es fantástica, por una parte se pueden ver las dunas que llegan hasta donde se pierde la vista, y por la otra, el mar en la distancia.
Un momento extraordinario para practicar una actividad única rodeado de las dunas circundantes. Una etapa inolvidable de mi viaje a Namibia.