Si sueñas con la auroras boreales, fiordos que te dejarán sin palabras y una gran bocanada de aire fresco, ¡has llamado a la puerta correcta!
Los fiordos de Tromsø son una de las cosas más bellas que he tenido la oportunidad de contemplar. Poco importa el tiempo que haga o el lugar donde aterrices, el espectáculo siempre es asombroso.
Me encanta la libertad que ofrece un viaje en coche, pues permite acceder a lugares desconocidos y sorprendentes. Circulas sin un fin preciso, te paras donde quieres, es embriagador.
Pero cuidado si conduces por carreteras nevadas. ¡Cuidado con los bloques de nieve que resultan ser bloques de hielo, con la nieve en polvo que te hace perder rápidamente el control del coche y con las normas de conducción que no siempre son como las nuestras!
Célebre sobre todo por sus auroras boreales, Tromsø es una ciudad que se está desarrollando muy rápidamente, y que ofrece muchas actividades turísticas durante el año.
Al descubrir por vez primera esta ciudad, pude presenciar una tormenta de nieve de sorprendente intensidad. ¡Lo recuerdo como si fuera ayer! Visité varios museos, pero el que más me interesó fue el "Perspektivet Museum". Cuenta con la ventaja de que su entrada es gratuita, y alberga bastantes exposiciones fotográficas de gran calidad.
En Tromsø pude degustar una cerveza "Mack", hecha en la cervecería más nórdica del mundo, y además me encantó visitar el mini mercado de "Smørtorget", en pleno corazón de la ciudad. Se trata de un lugar único que te permite vagar entre tiendas de ocasión, cafés y distintos talleres artísticos
La ubicación de Tromsø en Noruega la convierte en una ciudad excepcional de obligada visita durante un viaje por el norte del país. Está situada en una isla del océano Ártico, entre el mar, la montaña y los fiordos. Es fascinante encontrar una ciudad de ese tamaño a tal latitud. Tromsø es una ciudad bonita con un decorado típicamente escandinavo. Tiene un clima bastante agradable, ya que la calienta la corriente del Golfo.
La ciudad se desarrolla en torno a la caza y la pesca, que podrás descubrir durante una visita al apasionante Museo Polar. También me gustó el gran parque con las palmeras de Tromsø.
La catedral del Ártico y la calle principal me parecieron especialmente interesantes. Esta última es muy colorida. También podrás ver el lugar desde el teleférico Fjellheisen. Puede ser un sitio estratégico para contemplar el sol de medianoche o las auroras boreales, según la estación, aunque para mí no lo fue.