Alesund es una ciudad de estilo "Art Nouveau", y abarca cinco islas principales, lo que provoca que en ocasiones no sepas dónde estás. Se dice que Ålesund cuenta con el mayor número de bares, cafés y restaruantes por habitante, y las calles están llenas de pequeñas tiendas y galerías de artesanos locales.
El primer día allí subimos los 418 escalones que conducen al mirador de la ciudad: Fjellstua. Sin duda alguna, es buena idea llevar un sándwich si vas con un presupuesto limitado, ya que los restaurantes allí son bastante caros. Sin embargo las vistas valen la pena. A continuación nos marchamos en coche por el túnel que conecta la isla de Godøya, en la que te recomiendo quedarte un poco de tiempo para contemplar el faro de Alnes Fyr y los embistes de las olas. Había incluso algunos surfistas valientes que intentaban domar las olas en el mar helado.
Cenamos en un restaurante Anno, ubicado en el estrecho que atraviesa la ciudad, y nos sorprendimos bastante cuando el lugar se transformó en un bar muy animado por la noche. En cuanto a la época del año, te recomendaría ir a finales de agosto, de esa forma podrás disfrutar del festival anual de gastronomía que se lleva a cabo en la ciudad. La mejor combinación que puedes lograr es en mi opinión una buena comida y un tiempo templado durante tu estancia en Noruega.