Conduje hasta Jostedal tras haber visitado Bergen por la costa oeste. Fueron 5 horas de carretera, pero las vistas eran sencillamente espectaculares. Es tal vez uno de los mejores viajes improvisados por carretera en Noruega que he realizado.
El parque en sí dispone de una flora y una fauna asombrosas, si bien casi la mitad está cubierto de hielo. Me quedé sorprendido por la belleza y los colores del Jostedal Glacier National Park, y me sentí emocionado cuando me enteré de que íbamos a poder subir encima. Equipado con unos crampones y una piqueta, escalamos el hielo atados con cuerda 5 ó 6 personas. Al principio la experiencia me pareció relativamente difícil, sobre todo porque se trataba de agarrar bien el hielo, sin contar la cuerda que te tira todo el tiempo y te obliga a buscar el equilibrio permanentemente. Fue una lástima que no hubiésemos tenido ninguna explicación previa, eso me habría dado sin duda alguna más confianza a la hora de ponerme en marcha.
Al final se regresa con un mayor respeto por las fuerzas de la naturaleza, y las personas que viven en medio de ella cada día.