¿Un país ideal?
El clima político de Nueva Zelanda es muy tranquilo y te sentirás muy seguro en este país, donde la violencia es rara. Verás que los neozelandeses, o kiwis, son gente relajada, abierta y prudente. Sin embargo, el país no es perfecto y como cualquier nación, tiene sus problemas sociales y económicos.
La colonización del país por los europeos ha provocado la expoliación de tierras a los maoríes. Aunque parte de éstas han sido devueltas, las tensiones persisten y hoy en día sigue siendo un tema delicado. La integración de los maoríes en el país no es tan perfecta como se podría pensar, y esta comunidad viva a veces al margen de la sociedad y se ve más afectada por el desempleo o la pobreza.
Un destino (demasiado) verde
Nueva Zelanda es un país extremadamente convertido al turismo verde y su política de protección del medio ambiente es muy estricta, a veces demasiado... quizás te toque descubrirlo en la frontera.
Si tus zapatos de caminar no son nuevos se te exigirá que los limpies, lo mismo para todo tu equipamiento de camping. El escrutinio de los bolsos es a veces ridículo y exagerado, y te expones a una multa si no colaboras.
Una inmensidad por recorrer, una diversidad por descubrir
Muchos me preguntan si Nueva Zelanda es realmente tan bonita como las películas, fotografías y reportajes nos sugieren. Honestamente, respondo que sí. Muchísimos paisajes diferentes, colores de postal, y una tranquilidad reinante son algunas de las cosas que harán que tu viaje sea inolvidable.
La escasa población que hay en las dos islas ofrece a los viajeros una sensación de libertad de intimidad única. No esperes más y ve a vivir tu aventura en Nueva Zelanda.
