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Siete islas griegas al margen del tiempo

Por Julien Hirsinger, el

El cielo, el sol, el mar y unos cuantos calamares a la plancha en la mesa al caer la tarde: las islas griegas son todo un sueño. Pero este sueño puede resultar mucho menos idílico cuando, en temporada alta, ¡todo el mundo termina en la misma isla! Vámonos a estos siete pedacitos de tierra en los que la tranquilidad está asegurada.
Una capilla al borde del mar durante el atardecer en AmorgosUna capilla al borde del mar durante el atardecer en AmorgosUna capilla al borde del mar durante el atardecer en AmorgosUna capilla al borde del mar durante el atardecer en Amorgos

Descubramos juntos las mejores islas griegas de todo el país heleno. Pasaremos por las siguientes islas:

  • Paxos, en las islas Jónicas

  • Alónissos, en las Espóradas

  • Amorgos, en las Cícladas

  • Ánafe, en las Cícladas

  • Fourni, cerca de Samos

  • Kasos, en el Dodecaneso

  • Nísiros, en el Dodecaneso

Paxos, un color paradisíaco

Entre la ristra de islas Jónicas, al oeste de la Grecia peninsular, se encuentran varias que son apuestas aseguradas, que no necesitan presentación desde la época de Homero: Ítaca, Citera, Corfú... Pero la auténtica joya de este archipiélago es sin duda Paxos, una pequeña isla que sobresale entre las olas a unos quince kilómetros al sur de Corfú.

Bañistas explorando las cuevas de la isla de PaxosBañistas explorando las cuevas de la isla de PaxosBañistas explorando las cuevas de la isla de PaxosBañistas explorando las cuevas de la isla de Paxos

La modestia de sus dimensiones (unos diez kilómetros de largo) es inversamente propcional a su majestuosidad. Te quedarás boquiabierto al acercarte a sus gigantescos acantilados, que se sumergen en un mar que oscila suavemente entre el verde esmeralda y el azul turquesa. Explorar las cuevas marinas sigue siendo una de las principales atracciones de Paxos, pero la excursión a las playas paradisíacas de la isla vecina Antipaxos no tiene nada que envidiarle.

Alónissos y su fabuloso parque marino

Nos trasladamos al otro extremo de Grecia, al archipiélago de las Espóradas. En él, que los fans de Mamma Mia se agolpen en la isla de Skópelos y que los demás aviones se dirijan al aeropuerto internacional de Skíathos para que te sumerjas en el primer (y principal) parque nacional marino del país.

Los fondos marinos de la isla de AlónissosLos fondos marinos de la isla de AlónissosLos fondos marinos de la isla de AlónissosLos fondos marinos de la isla de Alónissos

La discreta Alónissos es sin duda la mejor base para encontrarse con el mero marrón, la gorgonia roja o la foca monje. Está en el centro de una red de seis pequeñas islas a las que hay que añadir una veintena de islotes deshabitados; esta particular ubicación la convierte en un destino ideal para los submarinistas. Y si el mundo submarino no es lo tuyo, no te podrás resistir durante mucho tiempo a los encantos de las playas de Steni Vala o Megali Mourtia.

Amorgos, la isla del senderismo y el relax

Desde luego, el rodaje de Le grand bleu ha hecho que Amorgos tenga una cierta notoriedad, sobre todo para los viajeros franceses. Y, desde luego, la imagen del monasterio de la Panagia Chozoviotissa, encajado en el acantilado, se ha convertido en uno de los más icónicos de las Cícladas. Pero el hecho de que no haya aeropuerto y el difícil acceso han permitido conservar una cierta intimidad en esta isla grande y preciosa, situada al este del archipiélago.

Capilla ortodoxa en AmorgosCapilla ortodoxa en AmorgosCapilla ortodoxa en AmorgosCapilla ortodoxa en Amorgos

Amorgos es el paraíso para los senderistas, que pueden seguir los caminos de los arrieros para llegar a unos miradores despampanantes, entre dos pueblos en medio de las montañas. Hay también rutas cortas y fáciles, donde siempre podrás resguardarte a la sombra de una parra para disfrutar de la brisa y de unos momentos de silencio.

Ánafe, la alternativa arty

Está claro eso que se dice de que Santorini es uno de los sitios más bonitos del planeta. Pero es un secreto a voces, un poquito trillado... Por suerte, para relajarse después de visitar esta conocida caldera, está la tranquilísima isla de Ánafe, a la que se puede llegar desde Santorini en solo una hora y media de ferry.

La isla de Ánafe al atardecerLa isla de Ánafe al atardecerLa isla de Ánafe al atardecerLa isla de Ánafe al atardecer

La calma no es el único atractivo de esta isla, conocida tanto por la calidad de sus playas como por sus rutas de senderismo, que llevan a unas capillas y monasterios encaramados en el paisaje. Estos lugares con tanto encanto han llamado la atención del mundo del arte contemporáneo, porque el proyecto conocido como Phenomenon se celebra en esta isla cada dos años desde 2015. Mira las siguientes ediciones ¡e inclúyela en tu agenda!

Fourni, de cala en cala

La llegada al puerto de Fourni, en medio de una pequeña flota de barcas de pescadores, es una garantía de lo fresco que está el pescado que comerás durante tus días aquí... Y por supuesto que tu estancia será de lo más tranquila.

Las calas del litoral de la isla de FourniLas calas del litoral de la isla de FourniLas calas del litoral de la isla de FourniLas calas del litoral de la isla de Fourni

En este pequeño archipiélago, a unos pocos kilómetros al oeste de Samos, hay solo dos islas (de un total de veinte) que están habitadas. Los días transcurren en total tranquilidad y podrás ir en busca de la mejor cala, a la que se puede llegar a pie, en moto o en barco-taxi. Otra ventaja de esta guarida de piratas es el espectáculo del atardecer sobre el mar y las islas de alrededor. Una maravilla diaria.

Kasos, a gustísimo en el Dodecaneso

Por supuesto, ya solo el nombre de la isla dan ganas de hacer las maletas... De hecho, en Kasis podrás descubrir el Dodecaneso con la certeza de no tener que luchar para extender la toalla en la arena, sobre todo porque las opciones de playas bonitas están justo al final de la isla. Y si de verdad quieres una paz en mayúsculas, dirígete a los islotes de Armathia y de Makronisi, ubicadas justo enfrente, por donde navegarás entre calas y playas de arena blanca.

Nísiros, la isla-volcán

No es solo en Santorini que la actividad sísmica forma parte del paisaje. La actividad principal en esta isla es visitar el cráter, con el olor a azufre que este despide. Los visitantes nómadas de Nísiros pueden llegar en unos minicruceros desde Kos.

El cráter de la isla de Nísiros al atardecerEl cráter de la isla de Nísiros al atardecerEl cráter de la isla de Nísiros al atardecerEl cráter de la isla de Nísiros al atardecer

Pero fuera de este hotspot de paso, la calma más absoluta queda asegurada en las terrazas de Mandraki, la "capital" (680 habitantes), dominada por los restos de un castillo construido durante el periodo de los caballeros de la orden de San Juan de Jerusalén. La tranquilidad está todavía más asegurada en los muelles de Pali, un precioso pueblo de pescadores, desde donde podrás observar el lento movimiento de los barcos mientras saboreas un delicioso jarabe de almendras.

Y para que te ayuden a organizar tu viaje por estas islas, ponte en contacto con una de las agencias locales Evaneos, que pondrán toda su experiencia y conocimientos a tu disposición para hacer tus sueños realidad.