Me encanta Saint Louis. Me gusta el ambiente de esta ciudad, tan diferente de lo que podrás descubrir en el resto de Senegal. Además, es desenfadada y tropical. Me encanta pasearme al atardecer por las callejas del barrio histórico de la isla de Saint Louis observando las antiguas fachadas coloniales con paredes encaladas y desgastadas.
Saint Louis posee un patrimonio cultural muy rico y variado porque representa la frontera de la cultura marítima y la fluvial (ya que se encuentra en la desembocadura del río Senegal) y está muy cerca de la frontera con Mauritania. Se nota especialmente cuando, al caer la noche, exploras los numerosos bares, salas de exposiciones y salas de conciertos que hay repartidos por toda la ciudad.
¡Me encantó el Festival Internacional de Jazz de Saint Louis, toda una institución en el ámbito de la música jazz que se celebra todos los años en el mes de mayo y que transforma la ciudad en un club de jazz al aire libre!
He venido a Saint Louis (o San Luis) como parte de mi viaje por Senegal y me ha impresionado su arquitectura tan particular y tan bien conservada. Te da la impresión de estar dentro de un documental histórico sobre una ciudad colonial francesa en el siglo XIX. En el centro de la ciudad se concentra un gran número de casas preciosas de dos plantas con pequeños balcones, detalles en hierro forjado y grandes contraventanas para protegerse del calor.
Además, me ha encantado la atmósfera reinante. El ambiente de Saint Louis es más tranquilo y menos agotador que en Dakar, su rival, y posee un ritmo de vida más lento y relajado y una cordialidad excepcional. Recomiendo fervientemente visitar Saint Louis a todos aquellos que decidan viajar a Senegal.