No me gusta mucho la ciudad de Mbour. Es una ciudad con muchos ganchos timadores que persiguen incesantemente a los turistas en "la petite côte". Por eso hay que saber reconocerlo y evitarlos.
M'bour es una gran ciudad sin mucho encanto que se sitúa a lo largo de la playa. Es una ciudad en que no le recomiendo parar a los turistas que estén haciendo un viaje por Senegal.
Considero que el principal interés de la ciudad es el espectáculo de piraguas de pesca que llegan y se van al mar desde la gran playa, el desembarco de la pesca del día y toda la industria pesquera que rodea la ciudad: los puestos de venta, el secadero de pescado, etc.
Ir a Mbour implica sumergirse en la cultura local. La ciudad es colorida y es un festón para los sentidos; además, el mercado es extraordinario. Su principal atractivo turístico sigue siendo el puerto pesquero, especialmente cuando llegan los pescadores por la mañana o al final de la tarde.
El espectáculo merece la pena, pero ten en cuenta que puede haber timadores entre la muchedumbre... Te arriesgas a que te sigan durante unos minutos para proponerte excursiones; casarse contigo; venderte recuerdos, frutas y dromedarios, o entrar en tiendas por «el simple placer de mirar»... Como es habitual, podrás quitártelos de encima con una sonrisa y un poco de sentido común, y sus intentos pasarán a ser anécdotas divertidas en lugar de epopeyas exasperantes.
La ciudad tiene un encanto particular, con sus antiguas casas comerciales. ¡Ve a verlas más de cerca!
Me impresionaron las dimensiones de la ciudad de Mbour, la cual tiene alberga a casi 200 000 habitantes a día de hoy: se trata de una de las principales localidades de Senegal, tras Dakar, Thiès, Diourbel, Touba y Ziguinchor. Se trata de una ciudad de remota fundación que se desarrolló durante el periodo colonial (en la zona se instaló un campamento militar), pero su población ha conocido un rápido crecimiento en los últimos treinta años.
Al contrario que Saly, ciudad situada a algunos kilómetros al norte y que vive sobre todo del turismo, Mbour alberga actividades tradicionales, entre las que destaca la pesca artesanal. Mi parte favorita de la ciudad es la playa, con sus pescados expuestos sobre enrejados, sus olores marinos, la agitación al volver los pescadores...
Me encantaron las posibilidades para la visita que ofrecen la ciudad y sus alrededores: el sendero peatonal que recorre la reserva ecológica de Mbour, un paseo en carruaje a través de la ciudad o escapadas a Nianing o a Saly para disfrutar de la animación nocturna...