Durante tu estancia en Turquía, toma tu tiempo para hacer escala en Demre a fin de visitar los dos sitios de interés.
En las horas de calor, es preferible descubrir la basílica bizantina dedicada a San Nicolás. Fue erigida en el siglo V, después reconstruida seis siglos más tarde. Los mosaicos y frescos murales están hermosamente pigmentados y bien conservados. Me gustó particularmente observar la luz que penetra entre las aberturas y los intersticios. Diferente según el momento del día, es sublime la atmósfera divina que reina en este lugar.
Disfruta del pequeño jardín exterior para sorber un "çay" (té turco), antes de dirigirte al lugar de Myra. A lo lejos, se puede ver la necrópolis licia clavada en un flanco de la montaña. Estas criptas tan particulares no pueden ser visitadas, no obstante puedes darte un paseo en el impresionante teatro antiguo. En verano, los laureles en flor hacen de este sitio un lugar magnífico y flota un apetecible olor a tomates. Por esta causa, la región está especializada en la producción de la fruta.