A pie, a caballo, en bicicleta... hay muchos medios para llegar al Valle Blanco. Lugar muy visitado en Capadocia, este escenario excepcional merece perderse allí. Me enamoré de los merengues de tuf, con una antigüedad de varios millones de años.
Por otro lado, entre los árboles frutales y las laderas de la garganta se levantan numerosas rocas, con una forma que cualquier freudiano reconocería como fálica. Así puede comprenderse mejor el nombre de este lugar, conocido también como Valle del Amor. Como geólogo experimentado, cuenta a los niños que se trata de chimeneas de hadas.
Lo ideal es dedicar varios días a Capadocia y la mitad de una jornada al Valle Blanco. El punto de partida puede ser, por ejemplo, el magnífico pueblo de Uçhisar. También es posible ir de Uçhisar y Goreme a pie, por si deseas hacer una nueva visita.
Magnífico descubrimiento a través del Valle Blanco, recomendado a aquellos viajeros que preparen su periplo por Turquía.