Encantador municipio de 15 000 habitantes, situado a orillas del principal río de Turquía, el Kizilirmak (que significa «río rojo»), Avanos no llama demasiado la atención y la vida allí parece tranquila y apacible. Me gustó pasear por sus callejuelas históricas con casas de influencia griega, hoy en decadencia, y disfrutar del ritmo tranquilo de la vida de allí. La alfarería es el orgullo de la ciudad y atrae a numerosos turistas, que, sin embargo, rara vez se quedan allí.
A pesar de su ubicación en el corazón de la Capadocia, no te recomendaría especialmente alojarte allí si lo que quieres es visitar las famosas chimeneas, ya que el sitio está relativamente lejos. Sin embargo, Avanos puede ser un destino agradable para una excursión de algunas horas.
Recordaré mi aventura en Avanos durante mucho tiempo. No por el lugar en sí, sino por lo absurdo de la escapada. Salí con la idea de descubrir un encantador pueblo de alfareros situado en un rinconcito de la Capadocia y lo que me encontré fue un pueblo dormido.
Debí de perderme lo interesante del lugar, porque no vi nada de cerámica. Con el calor sofocante que hacía en el mes de julio, además, no vivía nadie en el pueblo. Incluso me pregunté si realmente estaba en Avanos. Esperando el autobús para volver a Nevşehir casi me dan las uvas. ¡Qué raro!
Por suerte, la curiosidad me empujó a subir hasta lo alto y pude ver unas vistas preciosas de la localidad de Avanos y los paisajes de alrededor. Desde lo alto, además, el pueblo tiene mucho encanto.
Una escapada nada imprescindible durante tu viaje a Turquía.
Siempre que viajo a Capadocia, paso uno o dos días en Avanos. ¡Siempre hay algo que hacer! Después de recorrer el caso antiguo, aconsejo subir a ver los viñedos y contemplar la vista desde el túmulo de Çeç. Después puedes ir a tomar algo a una de las cafeterías que se encuentran a lo largo del río Kizilmak o a Sandik, un bar construido en una chimenea de hadas. Es imprescindible visitar el Kervansaray de Avanos .
También puedes hacer excursiones a caballo, alfarería o decorar platos de cerámica con motivos hititas en Hattusa. Por la noche, en la sala de fiesta subterránea Uranos, puedes cenar mientras disfrutas de espectáculos de música y danza turca.