La ciudad es un cruce de caminos que no tiene ninguna cosa espectacular para ver. Eso sí, tiene un encanto especial por su intensa actividad y diversidad. En Kyainge Tong habitan numerosos grupos étnicos. Está rodeada de montañas con una vegetación muy tupida. No necesité nada más para sentirme genial.
Mi mayor recomendación es el mercado. La ciudad y las montañas de alrededor acogen una gran diversidad étnica y cultural. Por eso, en el mercado verás todo tipo de productos. Es uno de los sitios más coloridos que podrás encontrar durante tu viaje para descubrir Birmania.
De la ciudad parten muchas rutas. Adéntrate en sus montañas frondosas y en las aldeas de las tribus nativas. Es la ocasión perfecta para conocer a las minorías étnicas birmanas. Además, por lo general, son muy amigables.