Actualmente Copiapo, un auténtico "El dorado" en el siglo XVIII gracias a la mina de plata de Chañarcillo, es una ciudad minera sin gran interés. La ciudad chilena está rodeada de montañas ocres y de un río con el que comparte nombre y se puede visitar en un par de horas. En el programa: la Plaza Prat, la casa de la cultura o el museo de la mina.
Copiapo es sobre todo un punto de entrada a lugares paradisíacos: a aproximadamente 200 km al norte de Copiapo se encuentra el espléndido parque nacional Pan de Azúcar, que sirve de refugio a leones marinos; a 75 km se encuentra el balneario de Bahía inglesa, un punto de reunión de veraneantes que acuden para broncearse en las playas y paladear un Pisco Sour; en la frontera con Argentina, se encuentra el espectacular parque Nevado Très Cruces, un auténtico sueño para los viajeros. ¿La visita obligada? El norte de la región y su improbable campo de flores en medio del desierto. ¡Como bien dicen los chilenos, es imperdible!
Ya lo sabrás, pero lo que hay que visitar durante todo viaje a Chile es la región, no la ciudad de Copiapo.