Si he decidido quedarme en Puyuhuapi, es sobre todo para acceder más fácilmente al Parque Nacional Queulat. No se puede llegar en autobús, pero en la Carretera Austral es muy fácil hacer autostop, así que ¡adelante!
Llego por la mañana y con una nada agradable lluvia, pero qué le vamos a hacer, así es esta región. Se tardan unas tres horas de caminata para alcanzar el mirador que nos permite contemplar de cerca el glaciar colgante del Ventisquero Colgante. Desde allí, se puede escuchar claramente el estruendo que provocan al caer los trozos de hielo, tapaos los oídos. Al regreso no hay tiempo para emprender una nueva y larga caminata. Además, el recorrido es bastante feo, así que opto por acercarme al lago en donde se puede observar otra perspectiva del glaciar. También se pueden alquilar barquitas.
Finalmente dejo el lugar, dirigiéndome en esta ocasión hacia las termas ubicadas a medio camino entre el parque y Puyuhuapi, un poco de relax no sienta nada mal tras tanto caminar.
Ubicado en la ruta 7, más conocida por el nombre de la Carretera Austral, el Parque Nacional de Queulat es una inmensa reserva natural situada a 170 kilómetros al norte de Coyhaique.
Entre bosques milenarios, cascadas, fiordos y ríos, el Parque Nacional de Queulat es una de las reservas más hermosas de Chile. Por otra parte se puede encontrar un gran número de animales salvajes como el pájaro carpintero negro, el cóndor, el pudú o incluso el puma.
El sendero más conocido es el sendero Ventisquero Colgante que lleva hasta el Ventisquero Colgante, un impresionante glaciar suspendido rodeado de dos hermosas cascadas. La caminata es bastante agotadora ya que tiene grandes desniveles, pero con unas buenas botas de montaña y un bastón de marcha, todo irá bien. Tras dos horas de caminata, llegamos a un mirador en donde divisamos el glaciar. Es difícil no sentirse impresionado por este espectáculo casi sobrenatural. Tan sólo los trozos de hielo que caen sobre las rocas interrumpen nuestro letargo.