Al sureste de Coyhaique, en la región de Aysén, en medio de los fiordos, de bosques milenarios y de los lagos glaciares es donde se encuentra la aislada localidad de Raúl Marín Balmaceda.
Para llegar a esta pintoresca localidad de la región de los lagos hace falta un vehículo todoterreno. Una vez recorridos los kilómetros de pista, llegamos antes las límpidas aguas del Río Palena. El lancha nos espera para llegar hasta Balmaceda. Diez minutos más tarde, llegamos a buen puerto y listos para descubrir los tesoros de esta encantadora aldea.
Actividades previstas: observación de la fauna local entre leones marinos, delfines, pingüinos de Humbolt y aves marinas, además de un agradable paseo por los bosques de alrededor. De vuelta a la aldea, conocimos a la población local, poco habituada a los turistas. Hicimos algunas amistades alrededor de un buen plato de marisco y varias copas de vino.
La sensación de estar lejos de todo no nos abandonó durante nuestra estancia en Chile, en Balmacena. ¡Desconexión total garantizada!