Estoy en la región de Puerto Varas durante unas tres semanas. Trabajo en un albergue cerca de Ensenada, a medio camino entre Puerto Varas y el parque nacional Vicente Pérez Rosales, así que tengo libre toda la mañana para visitar la zona.
Estamos en febrero, las vacaciones escolares están en pleno apogeo y, obviamente, no estoy sola. El autobús me deja en Petrohué, enfrente del precioso lago azul turquesa de Todos los Santos. Argentina está al otro lado del lago, pero todavía no tengo pensado ir allí. Me voy a registrar en la oficina de la CONAF (organismo encargado de gestionar los parques forestales) para ver las rutas de senderismo. Hay una en concreto que no está nada mal y que hace un recorrido circular de unas 4 horas. Me han avisado del riesgo de incendio en la zona. Hace mucho calor y sopla un viento fuerte, por lo que podría pasar cualquier cosa... La caminata es bonita y no muy complicada. Puedo disfrutar de las vistas del cono perfecto del volcán Osorno y bordear el lago desde arriba y desde la playa. Vuelvo al albergue alrededor del mediodía y ¡estoy muy contenta con mi pequeño paseo!
El parque me ha parecido de una belleza desbordante que supera la mayor parte de los lugares que he visitado. He conocido varios parques, pero este es el más impresionante de los que puedas encontrar en tu viaje por Chile.
Los volcanes Tronador (3.500 m), Osorno (2.700 m) y Puntiagudo (2.500 m) dominan el entorno y le dan al paisaje un aspecto grandioso. Los saltos de Petrohué son, como dirían muchos, la joya del parque, y en mi opinión son de visita obligatoria. La corriente que transita por el cañón de roca volcánica ofrece un espectáculo asombroso.
La mejores formas de recorrer el parque son caminando, en bicicleta o en kayak, y, si te gusta el alpinismo podrás ascender y mirar a la cara a una de las cumbres de estos tres volcanes.