Cuando pensaba que ya no iba a tener tiempo de descubrir el lugar, su facilidad de acceso en coche desde Ovalle me convenció para ir a visitarlo. Otra visita más de la que no me arrepiento.
El Valle del Encanto alberga en un cañón de 2 km de longitud petroglifos de animales y de humanos, pictografías de color rojo, así como piedras ahondadas por haber servido de mortero. Estos restos datan de la cultura Molle, que cuenta con más de 2.000 años de antigüedad. Al descubrir este sitio clasificado como Patrimonio Nacional, te sumerges profundamente en la cultura ancestral de estos indígenas cazadores. El arte de los petroglifos me pareció especialmente fascinante.
El lugar es particularmente agradable para pasear, descansar y también para hacer un picnic, ya que los espacios están acondicionados para ello. Si sigues luego hacia Ovalle, no dejes de visitar algún observatorio de sus alrededores.
El Valle del Encanto es un emplazamiento de gran relevancia arqueológica situado a 30 minutos en coche de Ovalle. Es muy fácil llegar hasta este emplazamiento que alberga los últimos vestigios de arte precolombino.
El cañón ocre del Valle del Encanto alberga grabados que representan escenas de la vida cotidiana en los tiempos de la era precolombina (caza, hombres, animales...). Los arqueólogos calculan que estos petroglifos tienen más de 2 000 años de antigüedad. ¡Ver para creer!
Me ha gustado el emplazamiento a pesar de que he echado en falta recibir información. Antes de retomar nuestra ruta a través de la región de Coquimbo, vamos a aprovechar los merenderos disponibles en la zona para comer algo y recargar fuerzas y así seguir con nuestra aventura hacia el Parque nacional Bosques de Fray Jorge.