¿Y si para tu luna de miel, decidieras volar hacia Colombia? Un destino del que te enamorarás al instante gracias a todos sus atractivos.
Comenzando por su capital: Bogotá. Museos increíbles (el del Oro y el museo Botero), sus tiendas de esmeraldas, y sin olvidar sus excelentes bares y restaurantes, si tienes ganas de disfrutar de la vida nocturna. Sin hablar del gusto que da ser mimado por el personal, siempre atento, de los buenos hoteles que se encuentran en Bogotá.
¿Y por qué no Medellín? Famosa por ser la capital gastronómica de Colombia, se caracteríza rápidamente por un ambiente moderno y relajado muy agradable.
Sentirás un flechazo sin duda cuando conozcas la legendaria Cartagena de Indias. El encanto y la humedad del Caribe son una invitación ideal para olvidarse de todo y disfrutar de lo que la vida tiene que ofrecerte. Como por ejemplo algunos momentos deliciosos entre los recién casados. Pasea de la mano por las hermosas y coloridas callejuelas de la ciudad, disfruta de los tratamientos de spa que ofrecen numerosos hoteles, y cena a la luz de las velas un delicioso plato de pescado. Un pequeño trozo del paraíso.
Aunque Colombia también nos permite muchas posibilidades para explorar la vegetación. Las opciones son múltiples: el Parque Nacional Tayrona a lo largo del Caribe, donde te podrás alojar en una casita en pleno corazón de la selva, una ruta hasta el sitio arqueológico de la Ciudad Perdida, sumergirte en el mundo de la cultura del café en la Zona Cafetera, o en el Parque Nacional Los Nevados para los aficionados a las excursiones. Leticia también es un punto de partida ideal para internarse en la selva amazónica. Te espera una experiencia increíble: safari, excursiones y observación de la abundante fauna y flora.
Y por qué no concluir esta maravillosa luna de miel descansando unos cuantos días en la playa. Los paisajes de las islas de San Andrés y Providencia te abren los brazos. Te mereces un paseo por la playa, con las majestuosas palmeras recortando la luz de la puesta del sol.