Posibles peligros
En el continente africano, un viaje a Etiopía no es el destino más peligroso. Por supuesto, como en todas partes, puedes cruzarte en el camino con algunas personas deshonestas, pero no hay necesidad de caer en la paranoia.
Los posibles ladrones, carteristas y pequeños estafadores de todo tipo, generalmente, actúan en las grandes ciudades, los lugares turisticos y los transportes públicos. Al caer la noche, el riesgo de ataque es mayor.
Si te acercas a los pequeños camellos que ofrecen todo tipo de drogas en la calle, pondrás los pies, de inmediato, en un ambiente muy poco recomendable.
Si eres una mujer sola, puedes ser el blanco de algunos ligones un poco pesados.
También, hay que tener cuidado si alguien te pide tu opinión sobre algún tema político.
Además, has de tener en cuenta que, a lo largo de Etiopía, no es tan seguro como su capital, Adís Abeba. Puede llegar a ser muy peligroso andar por algunas zonas minadas y por lugares en los que hay bandidos y terroristas.
Cómo evitarlos
Como en cualquier parte del mundo, también en Etiopía, lo ideal es no llamar demasiado la atención. Etiopía es un país pobre y los turistas son el blanco favorito de los ladrones. No parezcas el típico turista, no hagas ostentacion del dinero, olvida la riñonera atada a la cintura y no lleves la cámara colgada al cuello. Presta especial atención a tus pertenencias y al talento de los carteristas en los transportes y en los lugares turísticos. Si tienes que desplazarte de noche, hazlo solamente en taxis oficiales.
En caso de ataque, sobre todo, no te resistas y da todo, manteniendo la calma lo más posible. Siempre es prudente no guardar todo tu dinero en un solo lugar y multiplicar los escondites. También, prevé llevar una cierta cantidad de dinero en un lugar accesible, que pueda ser suficiente para un posible atacante.
Antes de cada desplazamiento, siempre es necesario informarse previamente de las condiciones de seguridad actuales. Por ejemplo, puedes consultar la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores. Algunas zonas están minadas y otras, al sur, en la frontera con Kenia o al este, en la frontera con Somalia, son muy inestables y realmente peligrosas.
