Puedes dar una vuelta por la ciudad, por algún pueblo costero, por la playa o por el agua. Palawan nunca decepciona. Aterricé en Puerto Princesa, la capital de la provincia, una ciudad agradable y acogedora. Pero las verdaderas maravillas están al norte.
Empecé mi itinerario por el parque nacional del río subterráneo de Puerto Princesa, a 70 km de la ciudad, clasificado por la Unesco como patrimonio de la humanidad y considerado una de las siete maravillas del mundo natural por la fundación suiza New Seven Wonders Foundation. Es una experiencia que no te puedes perder. ¡No todos los días navegas varios kilómetros por dentro de una cueva!
El otro tesoro de la isla es claramente la bahía de El Nido. Imagínate un paisaje de roca caliza en una bahía de aguas turquesas, playas secretas y fondos marinos preciosos. ¡La bahía de Halong, pero más cálida y en miniatura!
Iba a coger un ferry para ir a la isla de Busuanga, pero había un tifón y tuve que dar media vuelta. ¡Qué mala pata! Fue un chasco porque iba a hacer submarinismo en un escenario único. Sus fondos son famosos por tener unos veinte buques japoneses hundidos durante la Segunda Guerra Mundial. ¡Ojalá tú tengas más suerte con el tiempo y las tempestades!