No hay playa, sino numerosos edificios en obras y una circulación bastante densa. A primera vista, Corón no parece muy acogedora. Una impresión que se desvanecerá muy rápido gracias a la atmósfera apacible y relajada, a sus restaurantes de calidad, así como a las magníficas oportunidades de bucear.
Descubrir Corón es ante todo descubrir una de las numerosas ruinas de la Segunda Guerra Mundial. Más de una veintena de navíos japoneses fueron hundidos por la incursión americana para ofrecer, a día de hoy, un magnífico espectáculo submarino adaptado a todos los niveles.
Por mi parte, he buceado en dos navíos mercantiles que os aconsejo encarecidamente: Tangat y Kogyo Maru. Grandes entradas a través de las calas, encuentros con rescacios león, morenas y otras especies que aprecian este universo artificial. Excursiones de buceo muy interesantes, pese a una visibilidad reducida, situadas a una hora del puerto, para navegar en un ambiente paradisíaco.
Amantes de la historia y del buceo submarino, no dudéis en vivir una experiencia orientada hacia el descubrimiento de estas ruinas japonesas.
El municipio de Corón no ofrece nada de interés para quienes no practiquen el buceo. El entorno no es ni relajado ni agradable. A mí me gustaron los restaurantes construidos sobre "pilotis" (sobre pilares), muy relajados y cara al mar.
En cambio, Corón es un lugar imperdible para quienes quieren bucear entre barcos naufragados. Pasé unos días totalmente fantásticos en el mar. El lago Barracuda quedará en mí como uno de los mejores y más bellos recuerdos de mi viaje a Filipinas. No había nadie, el ambiente era realmente mágico y los termófilos son una experiencia inolvidable.
Para ser una isla de Filipinas, sus playas decepcionan. Di muchas vueltas en moto buscando los pequeños tesoros de la isla, pero no encontré nada que fuese realmente espectacular. Sin embargo, hay parajes naturales muy bellos, vegetación exuberante y pueblos pintorescos.
Puedo recomendarte visitar la isla de Corón durante tu itinerario por Filipinas. La isla lo tiene todo para encartarte y el decorado es paradisíaco. Sólo se pueden emplear superlativos de lo fuertes que son las impresiones. Nunca había visto un agua tan límpida y tan azul. Lo ideal para visitar la costa es alquilar un bangka, barco tradicional con balancín, para llegar a todas partes. Cada lugar es más bello que el anterior. Te recomiendo particularmente: el Kayangan Lake, los Twin lagoons y el Barracuda lake.
Para llegar al Kayangan Lake hay que atravesar la selva por escaleras de madera para llegar a este pequeño mar interior, de agua dulce, turquesa y transparente. Estás rodeado de pequeños peces. Después de eso, pide a tu guía que te lleve a una de las plazas para comer y pide la especialidad local.