Sifnos es la imagen de postal que solemos tener en la cabeza cuando pensamos en una estancia en la islas Cícladas durante un viaje a Grecia. Casas blancas con tejados azules, calles empedradas, un ambiente elegante pero desenfadado... Sifnos es un lugar lleno de encanto . Con sus monasterios, sus caminos para senderistas y sus playas, esta pequeña isla griega seduce a todo aquel que la visita.
Los barcos atracan en el puerto de Kamares, la ciudad principal de la isla. Allí encontrarás numerosas tiendas de cerámica, donde podrás comprar souvenirs, y muy buenos restaurantes. Desde allí, hice una ruta por sus coquetos pueblos, como Apolonia o Artemonas. Sifnos cuenta con numerosas playas, como Platis Gialos, la playa más extensa de las Cícladas. Por último, destacar que también hice senderismo a lo largo del camino que conecta Apolonia con el monte Profitis Ilias (Profeta Elías). La recompensa a mi esfuerzo fueron unas vistas espectaculares de las islas vecinas.
He llegado a Sifnos tras experimentar la agitación de Santorini. ¡Aquí se está mucho mejor! La hostelería es más sencilla, pero podemos encontrar varios hoteles bien cuidado en los que pasar una estancia agradable. Te aconsejo que alquiles un coche (se puede alquilar cerca del puerto de llegada) o una motocicleta para desplazarte por los numerosos y diminutos pueblos de la isla o para poder llegar a las puntos de partida de las caminatas.
Te recomiendo que subas al monasterio de Agios Simeón, punto culminante de la isla y desde donde las vistas son asombrosas. Existen numerosos caminos (bien indicados en los mapas que podemos encontrar allí mismo) que en menos de 1 h permiten visitar pequeñas iglesias aisladas que dan al mar. ¡Es mágico!
Por último, te recomiendo que vayas a Kristos, un pequeño pueblo situado en una colina, y que te tomes una copa al final de la tarde mientras admiras la puesta de sol.