Durante mi viaje por Irlanda, hice una pequeña y agradable excursión a Carrick-a-Rede. Carrick es una isla que está conectada a Irlanda del norte por un pequeño puente colgante, suspendido a 30 metros de altura sobre el mar.
La visita comienza en la costa del condado de Antrim. Después, se llega al puente colgante, que se puede cruzar, y, finalmente, se llega a la pequeña isla de Carrick. Es una parada muy interesante para los aventureros y las personas que quieren hacer frente a su miedo a las alturas. De hecho, el puente está hecho de tablones y se distingue perfectamente el desnivel que hay bajo nuestros pies.
Después de cruzarlo, pude disfrutar de la increíble vegetación de la isla de Carrick. La hierba alta y de un luminoso verde, las vistas del mar, el viento acariciándome la cara... Fue un momento de lo más agradable.
Aunque esta excursión no es, en mi opinión, una visita imprescindible, permite pasar un buen rato y solo son necesarias 1 o 2 horas durante un viaje por Irlanda. Es también una visita perfecta para realizar junto a la de la Calzada de los Gigantes, que está no muy lejos de allí.