Es en lo alto de la Tokyo Tower, en el barrio de Roppongi, donde me enamoré de la capital nipona. Inspirada en al Torre Eiffel, indiscutiblemente su silueta da color al skyline de la ciudad.
En el mirador principal, a unos 150 metros de altura, los cristales en el suelo dan la impresión de caminar sobre el vacío y despiertan mi vértigo. Pero la vista te deja sin palabras. Me doy un capricho y no dudo en desembolsar un suplemento para subir al segundo mirador, 100 metros más alto. Desde allí observo el atardecer y la noche que recubre poco a poco la ciudad. Tokio se llena de luz, ¡mágico!
Si la Tokyo Tower atrae (casi) toda la atención, otra curiosidad vale la pena en Roppongi: Maman, una gigantesca araña, obra de la artista plástica Louise Bourgeois.
Mira antes los plannings de las exposiciones y planifica tu itinerario para evitar perderte en esta jungla urbana.
No vayas a Roppongi hasta no haber agotado todas las otras opciones...
En este barrio verás a hombres de negocios salir de reuniones, parejas de compras con sus hijos y viajeros adultos occidentales en busca de recuerdos japoneses. Sin embargo, este paseo puede ser más divertido si vas con tu pareja para una cena romántica o en grupo para ir a la discoteca y encontrar expatriados deseando divertirse.
Personalmente, me costó encontrar mi lugar porque este barrio representa todo lo que ya conocemos del mundo occidental. Incluso la vida nocturna parece estandarizada. Ninguna obligación para ir hasta allí durante tu visita a Japón. Durante mi paseo por Roppongi Hills, todas las galerias y museos estabán preparándose, afortunadamente sólo tuve qu alejarme a pie y a quince minutos encontré el barrio de Azabujūban, donde el estilo de los comercios y restaurantes es mucho más acogedor, íntimo, original y joven.
Admirarás una bella vista de la ciudad con la Tokyo Tower y tendrás una visión general de la vida lujosa de Tokio.
Roppongi es el barrio que concentra la casi totalidad de las embajadas, consulados, así como un buen número de expatriados. Desde hace algunos años, algunas grandes multinacionales han establecido allí sus sedes.
Desde el siglo XIX, Roppongi se ha asociado con la noche, ya que militares japoneses y después americanos tenían allí sus vecindarios. Se abrieron muchas discotecas, bares, restaurantes y bares de alterne. Asegúrate de llevar tu pasaporte para que sea verificado a la entrada.
Roppongi Hills es un centro comercial ultramoderno, allí encontrarás una buena cantidad de marcas. Las vistas de Tokio desde el último piso valen la pena. En el barrio también hay varios museos de arte moderno, en especial el Mori Tower en Roppongi Hills, el Suntory Museum en Tokyo Midtown así como el National Art Center.