Es su entorno natural lo que hace de Zawoja un destino muy agradable. Espacio verde, extendido en un paisaje de praderas y bosques de coníferas, el pueblo de Zawoja tiene ese estilo típicamente carpático. Sus casas de madera, tradicionales de los montes Beskides, son muchas y no desentonan en absoluto con el paisaje.
La iglesia local de San Clemente es una de esas iglesias de madera de las que los Cárpatos tienen el secreto de su característica, elegante y simple. Es agradable deambular por Zawoja, pasear por sus diferentes aldeas, en las colinas...
Obviamente, Zawoja es, ante todo, una base para iniciar la ascensión de los montes Babia Gora, que ofrecen magníficos itinerarios para practicar el senderismo. Pero volviendo de las montañas, cuando llega la tarde, sus "karczma",albergues rústicos de los Cárpatos, son de una hospitalidad incuestionable y ofrecen suculentas especialidades locales...